16 Consejos para la gente que es víctima de un delito (en épocas de DDHH)

 

Foto: elmundotoday.com

Este es un mail que me llegó reenviado. Si bien no suelo prestarles atención, éste vale la pena. Es copiado de allí, pero reformado y aumentado por mí. Son los puntos que debe tener en cuenta una víctima ante una situación delictiva. Aunque son consejos para gente de Argentina, es aplicable también en distintas medidas a todas partes del mundo.

1. Debe ser comprensivo: El que delinque, lo hace por su incapacidad para discernir gracias a la falta de educación del Gobierno y por los traumas derivados de la marginalidad a la que fue sometido por la injusta sociedad que lo abandonó a su suerte. El no sabe qué está bien y qué está mal y requiere imperativamente de su comprensión.
2. Debe abandonar los prejuicios: La víctima debe tratar al delincuente como si fuese un hermanito menor juguetón, enfermo y que pide a gritos la rehabilitación (que no puede seguir por la malvada sociedad del punto 1). También puede optar por tomarlo como un desempleado que simplemente busca el sustento para sus 8 novias y sus 19 hijos.
3. No sea fascista, no se defienda: Cuando un delincuente lo intercepte, déjese llevar y hágale caso. El uso de cualquier tipo de defensa (propia, de la familia o de la propiedad) será tomado como resurgimiento nazi e intento de imposición del macabro autoritarismo militar.
4. Ahórrele trabajo a las asociaciones de Derechos Humanos: Si usted realiza una denuncia, está obligando a las organizaciones de Derechos Humanos a tener que defender al delincuente por medio de abogados, marchas, concentraciones, piquetes, adoctrinamientos, amenazas telefónicas, acosos, ruedas de prensa, escraches, pintadas, huevazos, piedrazos, aprietes, bombas molotov y demás, lo que supone un gran esfuerzo y gasto de dinero que podría haberles ahorrado a estas buenas personas. Recuerde que hay muchos delincuentes que tienen que defender, no consuma sus recursos.
5. Sea discreto: La víctima debe abstenerse de presentar denuncia alguna, para no alterar la cifra oficial que indica que la ola delictiva no existe. Si de todas formas realiza la misma, el Gobierno deberá pagar a entidades estadísticas para mantener su imagen, lo que ocasionaría problemas económicos a todo el país por culpa suya.
6. No comprometa: La víctima debe evitarle a los agentes de la ley el compromiso de arrestar al delincuente, haciendo así que ellos sean dados de baja por apremios ilegítimos en contra de una víctima de la sociedad y de las circunstancias ineludibles que lo empujaron irreversiblemente a delinquir.
7. Muestre su gratitud: La víctima debe sentir y expresar a viva voz su gratitud hacia el delincuente que le permite seguir con vida, pues solamente lo ha apuñalado, aterrorizado, torturado, disparado o violado a usted o a toda su familia.
8. No demande: La víctima debe renunciar a importunar al delincuente interponiendo acciones legales que sólo suponen pérdida de tiempo, recursos, honorarios de abogados y malestar en los familiares del que delinque, y que puedan hacerlos considerar la posibilidad de justificadas represalias para subsanar el error que usted ha cometido.
9. No grite: Si el delincuente todavía no lo ha matado, no grite. Un alarido en esas circunstancias pueden hacerlo estresar y tirar del gatillo. Si eso sucede, deberá salir libre por moción violenta accionada por el shock que usted le causó, y sus hijos deberán pagar el tratamiento de rehabilitación psicológica para que no vuelva a ocurrirle en el futuro y se le quite el miedo a robar.
10. Hágale caso a todo lo que le pida que haga: El delincuente que lo está robando/apuñalando/violando/torturando/matando seguramente tiene un amplio prontuario de delitos anteriores. Por lo tanto, usted está tratando con un profesional con experiencia. Haga caso a todo lo que pida e indique; aunque no posea título, el ladrón no es diferente a su médico o jefe (no discrimine).
11. Sea compasivo. Ayúdelo, anímelo y déle ideas: Recuerde que el delincuente y su enorme familia subsisten únicamente con el dinero que (muy a su pesar) roba a las víctimas y de lo que el Gobierno le entrega en diversos planes o por asistencias a marchas oficialistas. Por ello, no esconda objetos de valor cuando él se presente, es un necesitado impulsado por la sociedad demoníaca (de la que usted forma parte) a hacer algo que no quiere. Anímelo y déle ideas adicionales para que no sucumba ante la depresión. («¿Por qué esa carita triste? Secuestrame y vamos a los cajeros. O podés matar a mi hijo si eso alivia tu pena.» es un recomendado ejemplo de solidaridad.)
12. Cuide su futuro: Si pese a que el delincuente lo dejó con vida, usted se atreve a realizar la denuncia, está siendo rudo y falto de ética y moral con alguien bondadoso. Por ésto, el que delinque queda habilitado a secuestrarle algún hijo, matarlo a usted o a su familia, saquearle la casa y quemarla. No busque problemas con alguien pacífico.
13. El delincuente es irreemplazable en la sociedad: La víctima debe evaluar al victimario como un componente muy necesario para la sociedad toda, equivalente a narcotraficantes, proxenetas, políticos corruptos y demás ramas incomprendidas. Nadie quiere pertenecer a ese grupo, pero ellos se esfuerzan por mantener el equilibrio social haciendo algo que nadie más quiere.
14. No comente ni publicite los hechos: La víctima debe guardar silencio para evitar alarma pública que pudiese dañar la imagen del Poder Ejecutivo, así como también hacerles gastar dinero de las arcas públicas en campañas televisivas anunciando que la inseguridad es sólo una sensación.
15. Mejore las condiciones y ayude a que vuelva a robar: La víctima tiene el deber irrenunciable de apoyar la mejora de las condiciones de vida del delincuente y sus cómplices que (por la mala suerte del destino y la incomprensión social) puedan llegar involuntariamente a la cárcel. Asimismo, debe aplaudir las decisiones gubernamentales de dejarlos en libertad cuanto antes, evitándoles así injustos padecimientos y que permitan su reinserción social como los componentes únicos y necesarios del punto 13.
16. No publique consejos para víctimas de delito en su sitio web: Si lo hace, las entidades de Derechos Humanos, agrupaciones de izquierda y otras organizaciones de delincuentes tan necesarias para la sociedad, deberán dejar de ayudar a otros incomprendidos que delinquen para malgastar su tiempo (muy a su pesar) dejando comentarios ilógicos, con faltas ortográficas, con discursos repetidos, agresivos, ofensivos e insultantes como forma de demostrar que son delincuentes, necesarios, pobres inofensivos incomprendidos y que usted es un «oligarca», «facho» y/o «nazi». Recuerde que usted los está obligando, se lo tiene merecido. (Y empiezan en 3, 2, 1…)