Okupaleaks: la verdad del plan de usurpación kirchnerista (Parte 1)

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Hay veces en que no hacen falta todos los puntos para poder trazar una línea, y ésto también aplica para el caso de las tomas masivas de los okupas que nos han tocado por estos días. Teniendo dos o más pruebas, uno puede ver los puntos invisibles por donde pasa la línea que puede trazarse. Y esa línea puede ser aún más precisa si agregamos la cantidad adecuada de conocimiento empírico en lo que se refiere a la sociedad y a la política.

Hay una historia que sigue permaneciendo oculta, pero podemos darnos cuenta de que el planeamiento y la ejecución del plan a seguir fue deteriorándose a medida que pasaban las horas y complicó al Gobierno a tal punto, que tuvieron que cerrar un acuerdo 50/50 con su peor enemigo. Y no olvidemos que el kirchnerismo empezó diciendo que no tenía responsabilidad u obligación alguna; de ahí, a hacerse cargo de la mitad de los gastos, indica que todo salió irremediablemente mal.Para ver las razones básicas y generales por las que el kirchnerismo fue el que engendró este plan político, puede hacerlo aquí.

Voy a seguir hablando conmigo mismo, trazando la posible historia de lo que ocurrió en esa emblemática semana. Siéntese y lea si así lo desea, y siempre tómelo como ficción. Este no es un escrito real, sino una novela basada en hechos históricos. Usted me dirá que tanto puede haber de mentira y cuánto de realidad:

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ESBOZANDO EL PLAN

El plan fue trazado por las esferas más altas del kirchnerismo. No sólo por la magnificencia del mismo, sino también por su irreverencia y falta de inteligencia para anticipar los hechos que sucederían después. En los papeles era fácil: que los villeros funcionales tomasen el parque, que se quejaran por las faltas de casas de Macri, que se mediatizara el asunto, y que los votantes del país se apenaran de esa pobre gente y se escandalizaran de la pésima gestión del PRO. Con la presión, Macri tendría que mandar a su Metropolitana a reprimir a esos pobres villeros (siempre armados, peligrosos y con frondosos prontuarios), lo que le reportaría una terrible imagen y todo terminaría con la intervención del Gobierno de la Ciudad por parte del kirchnerismo (porque ellos, a diferencia del macrismo, son democráticos no represivos (ni siquiera con el delito violento), son aptos e idóneos, y porque la gente entera se lo pediría). De esa forma, caería su archienemigo de hoy y, de paso, controlarían un terreno que siempre les fue hostil desde la historia política. Tomar el control de la antigua Capital Federal era un premio demasiado grande como para no intentarlo siquiera. Luego, una vez intervenida la Jefatura, se enviaría a la Federal (al mismo tiempo que la orden de pagos para los usurpadores y una nueva emisión de los plancitos a los que nos tienen acostumbrados) quién sacaría limpiamente a todos sus ocupantes sin siquiera levantar un palo.

Muchos habrán imaginado que el plan okupa fue diseñado por la misma Presidente, pero lamentablemente no fue así. Ella, “solamente” dio el visto bueno al mismo; el que entregó los bocetos generales arriba enunciados, no fue otro que el conocido Aníbal Fernández. Y ambos acordaron el mismo por las razones que mencioné, pero también había otras de índole personal que quedaron vedadas para el resto de los integrantes. Al menos, hasta ahora.

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LAS OTRAS RAZONES DE CRISTINA


El plan de Aníbal era muy bueno: su perfil quedaría restaurado, terminaría con un extra de imagen positiva (que bien podría durarle hasta las elecciones venideras), podría extender su maquinaria propagandística, tendría una nueva oleada de capitales vírgenes para el kirchnerismo (algo imprescindible, teniendo en cuenta que las propagandas y arreglos de cara a las elecciones son caros), todo un nuevo patio de juegos con miles de empresas (que servirían para pagar favores con puestos) y sumaría más adherentes (entre otras). También, le daba una nueva oportunidad de destituír a Macri: las clases ya habían terminado y los amigos de izquierda no habían llegado a ningún lado impulsando las tomas de los colegios capitalinos. Sin Congreso ni Justicia por vacaciones, sin poder usar la educación como campo de batalla y con los opositores lanzando sus candidaturas, iba a ser un verano muy difícil para todo el partido. No podía enviar un Decreto de Necesidad y Urgencia para dejar vacante al Gobierno de la Ciudad, sus abogados se habían encargado de aclarárselo en varias oportunidades ante sus numerosos pedidos. Entonces, el Plan Aníbal le iba a caer como del cielo (más con el caso Jaime todavía en ciernes). El viejo perro seguía siendo útil.

Aníbal era increíble para bajar la línea discursiva por todos los canales, había cosechado muchas adhesiones nuevas gracias a su dialéctica (algo que ella le envidiaba en secreto), era capaz de demostrar al público que el cielo es verde. Inclusive había cumplido varias tareas paralelas non sanctas a favor del partido, que de saberse podrían haberle costado la Presidencia. Aníbal tenía su SIDE paralela y sus equipos de infiltración y espionaje terminaron demostrando su valía.

Pero Aníbal también compensaba (y con creces) con los terribles errores de su gestión que, indefectiblemente, afectaban a todo el Gobierno. Sus negocios con la trata de blancas, el mercado de estupefacientes y su estructura de coimas lineales, eran ya conocidas por la cúpula kirchnerista (Néstor era quien lo seguía de cerca y lo controlaba). Pero últimamente veían la luz casos en los que él estaba envuelto y no siempre se podía salir airoso en cuestión de imagen (ni siquiera con la ayuda de jueces funcionales como Oyarbide). El punto cúlmine fue la exposición de Wikileaks, en la que se denuncia que el Ministerio del Interior (con Aníbal Fernandez como mandamás en ese entonces) no informaba sobre los procedimientos anti-drogas desde el 2002… hasta el 2007. Hasta la misma Presidente sabía el chascarrillo policial interno que decía que “el bigote de Aníbal se puso blanco desde que entró a manejar la Federal” (el mismo Néstor se lo había contado seriamente). Se dice en los pasillos del partido que ese informe cayó peor que el de pedido de salud mental presidencial. Asimismo, el caso Ferreyra lo dejó muy mal parado a él, a toda la Policía Federal y a varios funcionarios gubernamentales, y demostró nuevamente la inoperancia del cuerpo de seguridad nacional. Eso terminaba reflotando viejos casos en los medios, como la vez en la que había estado prófugo (siendo intendente de Quilmes) por sus malversaciones de documentos públicos. Sus rencillas personales con otros funcionarios tampoco mejoraba el panorama. Si bien se aplacaban, trascendían hacia los medios y siempre dejaban esa extraña tirantez en las relaciones internas.

Todo ésto hizo que la Presidente reconsiderara muy profundamente el rol que debía dejarle a Aníbal. No podía echarlo porque podría desatar un polvorín: él sabía muchísimas cosas (“demasiado” dijo enfáticamente a sus asesores) que podía hacerlas públicas. Los kirchneristas sabían también muchas cosas de él, pero iniciada la guerra, ambos iban a perder, era una situación sin ganadores. Por ello, la única opción era evadir el conflicto: recortarle los poderes, disminuírlo, pero sin que se sintiera fuera del aparato (ni alejado de la cúpula). El plan de darle las fuerzas de seguridad a Nilda Garré y hacer cambios tácticos dentro del Gobierno por hombres no-anibalistas ya había comenzado (aunque sería presentado mucho después al público, esperando el resultado del “Plan Okupa” para reajustar discursos y cambios según el caso).

La aceptación del plan de Aníbal fue (también) para darle otra oportunidad más de sentirse parte del Gobierno, de contentarlo, de mimarlo, y evitar la conflagración. Más en un caso en el que varios frentes se verían fortificados a nivel partidario (algo necesitado hacía tiempo, ya que la última imagen positiva la había reportado una muerte y no una acción política). También aligeraría la imagen de la Federal, ideal para hacer un cambio de mando más invisible ante la opinión pública. Pero fue muy clara cuando dió la aprobación del Plan Okupa: “sin violencia, de ningún tipo. No podríamos soportar otro conflicto como el del Polo Obrero” (Aníbal asintió y transmitió esa misma orden a toda la cúpula Federal, recibida de forma desigual en la fuerza). Cristina nunca dudó en sacarle el manejo de la Federal a Aníbal, pero sabiendo que Garré era una enemiga suya, podía convencerla (en caso de un éxito rotundo del plan) de mantener algunos elementos de él y así ganar nuevamente su favor sin sacrificar casi nada y ganando mucho. El ya estaba desgastado y había elementos más útiles en la cuna del partido. La reagrupación del poder estaba decidida, y ya había sido bocetada por el mismo Néstor antes de su muerte.

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LAS OTRAS RAZONES DE ANIBAL


A Aníbal siempre se lo conoció como un ser frío y taimado, de los que no dan puntada sin hilo. Se le podía criticar cualquier cosa, salvo su visión particular del manejo político (certero en muchos casos, lo había demostrado con otros planes bajo los Kirchner) y su inteligencia estratégica que, sumada al poder que poseía, lo convertía en uno de los mejores defensores del partido. Su terreno de juego no era el político en sí, ni siquiera el propagandístico: él era el que hacía que la magia ocurriese. Los planes y tácticas eran fáciles de trazar, pero él era uno de los pocos que podía implementarlos correctamente en el terreno de la realidad. Sí, había otras organizaciones o personas que podían, pero no con tanto éxito como el que él había demostrado. Además, se jactaba de se un imbatible orador (y de hecho, lo era), y muchas líneas discursivas a repetir siempre lo habían encontrado a él como el único emisor. Por algo su cuenta de Twitter era tomada como bajada de línea oficialista, a veces sin importar la verdadera dialéctica presidencial.

Aníbal siempre estuvo parado en una línea muy fina durante el kirchnerismo. Al principio, le costó demostrar su valía (fue sospechado de ser soplón de Duhalde en los inicios, al momento del pseudo-divorcio con el cabezón), pero fue ganándose el puesto a fuerza de trabajo y transpiración. Después, llegaron algunos planes que no salieron tan bien y le terminaron bajando la puntuación en la confianza de sus allegados. Otros casos en los que él era responsable fueron viendo la luz (inclusive desde el exterior) lo que lo dejó con un balance negativo ante Cristina Fernández.

Asimismo, se enteró (a través de los mismos asesores presidenciales, muchos de los cuáles siguen respondiendo a él, aunque la Presidente no lo sepa) de los planes de cambios muy precisos de varios amigos dentro de la estructura gubernamental, e inclusive de la quita de mando de la Policía Federal. También se había enterado de que todo se lo iban a entregar a Garré y a Alak, dos de sus grandes enemigos dentro del partido. Quedó conmocionado y al borde del shock. Su mundo (principalmente el financiero) se estaba viniendo abajo.

Aníbal perdía mucho más de lo que la simple vista podía apreciar. La quita de mando de la Policía Federal lo complicaba, pero no en demasía. El sistema de “ganancias” que tenía en la fuerza (a través de las coimas, la trata de blancas y el negocio del narcotráfico), seguramente se resentiría, pero no terminaría del todo. Tal vez debiera compartir esas “ganancias” con el que lo reemplazase, pero podía vivir con unos cientos de miles de pesos menos por mes. Ya había estado peleando con varias organizaciones (incluso maltratándolas dialécticamente) para negar el aumento de prostitución forzada bajo su gestión y también tuvo que presentar su proyecto para la despenalización de drogas, lo que no sólo cuidaría su negocio, sino que lo catapultaría hasta límites orgásmicos. Y no dudó en aplastar al SEDRONAR (que luchaba contra la despenalización) para que Sendero Luminoso actuase en el país (y para su bolsillo) (NOTA).

Pero el caso aquí era fatídico: si Nilda Garré entraba como reemplazo, definitivamente desmantelaría la cúpula de la Policía Federal (SU cúpula) y cortaría la cadena de ingreso (o la reconfiguraría para que pasase por líneas en la que él ya no fuese intermediario). Todo el trabajo estaría arruinado. Garré era inconvencible e intratable, no habría forma de hacer algo si lograba el puesto; ella también lo odiaba, por lo que a lo primero que apuntaría sería a eliminar a sus amigos funcionales de dentro de la fuerza, antes siquiera de empezar a manejarla. Ya imaginaba su sonrisa socarrona en los medios al momento de dejar al mejor personal afuera. Podría renegociar con escalafones más bajos para seguir recolectando, pero lo cierto es que sin poder y con menos por negociar (hablar con más efectivos por menos dinero), sería un vuelto en el mejor de los casos. El hecho de perder amigos funcionales dentro del Gobierno mismo, tampoco le facilitaba las cosas, y le truncaban también su poder y el resto de sus canales financieros. Probablemente hasta se le acabara el negocio del espionaje oculto para propios y privados.

Entonces tuvo que idear un plan para poder paliar el desastre que se aproximaba, y debía ser uno que convenciese a la Presidente de poder implementarlo. Sabiendo que Cristina estaba algo rayada al respecto (a veces se creía tanto que era la Nueva Evita que asustaba a sus seguidores, inclusive al mismo Aníbal), y por eso se apuró doblemente: se venía el Día de los Derechos Humanos y también el festejo por el tercer año de mandato de la nueva prócer. Lo de “Derechos Humanos” y “populismo” le dió la idea inicial del plan que debía presentar y cómo implementarlo. ¿Qué mejor que hacer alguna movida con gente pobre, que reclamara por sus derechos, se les reconociese, y todo en el cierre de balance de una gestión presidencial?

Pero todavía quedaba el asunto de ver cómo su policía podía intervenir al respecto para mejorar la imagen (y la suya propia, su comandante), y ahí cayó por descarte el “subir un poco la imagen de uno y bajar un poco la del contrario, es una victoria abismal”. Para que la Federal quedase victoriosa, se debía también atacar a la Metropolitana. Y ahí es cuando se le abrió el nuevo abanico de posibilidades para tentar a la secta (como a veces le llamaba al kircherismo puertas adentro): bajar a Macri, consquistar la Ciudad de Buenos Aires, tener un país kirchnerista de punta a punta, terminar un Diciembre (históricamente turbulento) como campeones totales y pacíficos. Y hasta ya tenía a sus soldados, inclusive en un terreno ajeno como lo es Capital Federal: había muchos de sus narcotraficantes trabajando en la Villa 31 y en la 1.11.14 (lo que también terminó definiéndole la zona de guerra). Obviamente, el plan debería ser presentado ante la Presidente como de total manejo por los punteros kirchneristas, pero los narcos de Aníbal (muy temidos en la zona) serían de gran utilidad a la hora de convocar, amenazar y homogeneizar a su ejército okupa. Tampoco eran necesarios tantos: con un par de subcomandos quedarían todos contentos.

El resto fue armándose sólo entre sus amigos cercanos del Gobierno y de la misma Policía Federal. Ambos frentes también deseaban una clarificación de imagen por sobre todo, lo que los terminaría beneficiando a corto y mediano plazo. Muchos integrantes estaban muy ligados a Aníbal, lo que supondría una posible expulsión si su jefe no seguía al cargo. Por esa razón, la cooperación fue muy estrecha al momento del trazado del plan. También sabían que Cristina quería empezar a ingresar elementos de La Cámpora (manejada por su hijo Máximo) dentro de ambas ramas, lo que supondría un total cambio de rumbo financiero, ideológico y estratégico. Y ellos sabían que, de empezar a asumir posiciones altas, el trabajo de los actuales funcionales quedaría eliminado en la reestructuración. De hecho, ya les había ofrecido puestos muy suculentos a integrantes camporistas, como el control de Puerto Madero. Ese era el otro modelo a profundizar.

Pero habría otra razón más que todas las anteriores. Fuentes cercanas a Aníbal confirmaron que tenía como plan político el afianzarse como orador, mantener cierta distancia del kirchnerismo (según él, en curva descendiente desde la muerte de Néstor Kirchner) como para poder aliarse al próximo Gobierno de turno, y así volver a ser un miembro rémora, acumular suficiente poder y, con suerte (y gracias a ese poder sumado), postularse como Presidente para las elecciones de fin de década. El único peligro para ésto era la asunción del PRO, único partido que no lo dejaría acercarse ni a kilómetros de la Rosada.

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LA LOGISTICA DEL PLAN

Sabiendo las razones algo dispares de ambos protagonistas centrales del Plan Okupa, se empezó a proyectar la logística conjunta para ponerlo en marcha. Al momento del trazado primigenio del plan, en la evaluación de los recursos a utilizar, hicieron las cuentas de cuánta gente se podría movilizar hacia el parque. Debía ser la mínima posible; de esa forma, se evitaba levantar demasiado polvo sobre la gente movilizada, y también se mantenían bajos los costos económicos operativos del movimiento. Debía pasar por debajo de los radares presupuestarios. Por ello, se reclutaría a través de políticos de bajo nivel (punteros barriales) y siempre desde las villas (en donde todos están fuera de registro patrimonial, sino sería imposible aducir falta de viviendas). La orden a los punteros fue clara: “Ofrézcanles entre $200 y $1000 por unos días de aguantar en las parcelas. Si se retoban, apriétenlos con la quita de planes o la expulsión de la villa; si son muy importantes, ofrézcanles más plata, planes más grandes, documentos, o lo que sea necesario para convencerlos. Deben seguir la línea discursiva de siempre (alabar al partido kirchnerista), pero ahora deben decir que la culpa de lo que hacen es de Macri que no les da casas. No importa lo que pase, deben mantener el lugar. Si lo pierden, no hay plata. Si pueden tomar edificios aledaños para aumentar el efecto, mejor, puede que hasta haya un bono navideño. El resto ya lo saben: lloren, muestren los chicos, digan que no tienen trabajo, etc. Si todo finaliza con éxito, tendrán departamentos asegurados, nuevos subsidios, y una suma que arranca de los $5.000 por famillia.”

La elección del Parque Indoamericano no fue para nada casual. Macri ya había destinado a su Policía Metropolitana hacia la zona norte de la Ciudad, por lo que la toma debería ser realizada lo más lejos posible de ella (asi, el movimiento de efectivos sería más difícil y desguarnecería a los barrios protegidos prometidos). La zona sur calzaba perfecta: muchas villas, muchos punteros y territorios kirchneristas, acceso fácil desde GBA, un lugar casi olvidado por Macri y las razones ocultas de Aníbal (que ya contaba con apoyo seguro de los narcos). Perfecto. Se buscó un lugar que, estratégicamente, mejorara esa perfección. Y lo encontraron: un parquizado enorme (desocupado y mal mantenido) que conectaba (por metros nomás) a dos villas y a dos asentamientos precarios (la toma se haría rápido y sin necesidad de micros de transporte, lo que deschavaría el uso de punteros). Como frutilla del postre, cerquita estaba la Universidad Policial de la Metropolitana. El que había encontrado ese punto, no podía parar de reír.

Sabemos que a Kirchner le sobran los amigos. Pero no de esos considerados como almas gemelas, sino de los que requieren plata (mucha plata) para que la amistad siga en pie. Obviamente, sus contraprestaciones se pagaban con creces, pero en planes de bajo perfil (como el que se llevaba a cabo) todos querrían su tajada y sería imposible conformarlos a todos (y menos, de forma invisible). Por lo que vino la primera decisión importante que los terminaría perjudicando después: los dejaron afuera y no debían enterarse de nada (sino, podrían darse vuelta o extorsionar al kirchnerismo sin más). Eso iba no sólo para grupos chicos de izquierda, sinó también para los de D’Elía y al de las emblemática Madres de Plaza de Mayo (entre muchísimos otros).

El único cabo suelto que quedaba, era la Policía Federal. Aunque era funcional a sus dueños (no al pueblo, a los otros), había que explicarles bien cómo seguir, porque siempre había ovejas negras que osaban defender al pueblo por sobre lo que los Kirchner querían (y eso sería terrible en este caso). Por eso, informalmente (a través de llamados telefónicos que iban bajando la cadena), se les recalcó que pasase lo que pasase, no reprimieran a nadie so pena de grandes castigos o de la misma expulsión de la fuerza. Uno de los comisarios se quedó pensando unas horas luego del “ni siquiera si cortan calles o usurpan algún lugar” que sonó del otro lado de la línea, pero no comprendió la orden hasta que vio todo por TV. Por si las moscas, también se adoctrinó a la Federal para que pusieran todos sus efectivos en calle (y así, que no quedasen excedentes para mandar luego). Es por eso que supongo que habrá notado, querido lector, que había muchos policías en las esquinas (en donde antes no los había desde hacía lustros), incluso en horarios nocturnos. Y si no los notó, puede preguntarles a los vecinos de las zonas de Mataderos, Flores y Floresta (por ejemplo), casualmente linderos a ground zero.

En la próxima parte, el resultado de la puesta en marcha del plan y los mecanismos que se iban accionando (y detonando sin control) detrás de el. Pero recuerde, casi todo esto es ficción. Usted dirá qué tanto…

FUENTES ADICIONALES: (1) (2) (3) (4) (5) (6)

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14 respuestas a Okupaleaks: la verdad del plan de usurpación kirchnerista (Parte 1)

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  3. Nerjeño dijo:

    Por lo que vengo leyendo de todo lo que está ocurriendo en Buenos aires, y lo que conozco de los políticos, y sus demagógicos trapìcheos y coqueteos con los okupas, creo que la «ficción» de tu relatas tiene mucho más de realidad oculta, que de verdadera ficción.

    No dejes de pensar. El pensamiento es de las pocas cosas que nadie podrá robarte.

    Un saludo desde España con mis mejores deseos.

    • @Nerjeño: Muchas gracias! Espero que no nos roben lo único que nos queda.

      Saludos y cuidado, que España está copiando mucho el modelo argentino. Los mejores deseos para que ello no pase!

      @Anibal: Veo que insultás en anonimato y ocultando la IP. ¿Qué te pasha Anibal, estás nerviosho?

      @Ceo: Me alegro que alguien que tiene una buena lectura política y un excelente conocimiento histórico, concuerde con la lógica del post!
      No sé si no son muy inteligentes, pero sí que no ven más allá de sus narices ni planean muchos pasos por adelantado. Lo que se les desató es una muestra de eso, que al final terminó perjudicándolos más que a Macri, el target visible de este plan.

      Ya estoy esperando a que volquemos antes, ¿para qué alargar la agonía?

      Saludos y felices fiestas también!

      @Mad: Y rezá por que no vuelvan a ganar, sino tendremos otros 4. El aparato que tienen detrás ya casi tiene el tamaño suficiente como para mantenerlos al poder con ventaja sobre los otros partidos, como Chávez.

      Saludos y suerte!

  4. Anibal dijo:

    Por que no te vas a hacer cavar el hoyo….

  5. Ceo dijo:

    El enfoque que diste es lógico.
    A estos tipos las cosas siempre le van a salir mal porque no son inteligentes, Aníbal esta ocupando un puesto que no le corresponde, no podría ser ni presidente de consorcio de un edificio berreta. Cristina cada vez que abre la boca no hace otra cosa que certificar su minusvalía mental. Y nosotros vamos a los tumbos como pasajeros del tren que manejan ellos, hasta el 2011, si es que no volcamos antes.
    ¡Que pases felices fiestas!!!

  6. Mad dijo:

    La linea entre lo real y ficticio cada vez se hace mas y mas delgada. Y todabia nos falta un año mas de desgobierno.

    Saludos!

  7. Pedazo de hijo de puta vendepatria, me da verguenza haber nacido bajo el mismo cielo que vos, no mereces llamarte argentino, de hecho tu corazon no lo es.

  8. St dijo:

    Es gracioso, porque en vez de argumentarte estas marionetas, sienten que tu rechazo hacia un gobierno ciego y sordo pero vivísimo para las acciones tras bambalinas, y que impulsa un modelo personalista y largamente caduco, es algo que agrade a la patria. Menos mal que no es una tiranía como ellos desean, y que mucho tiempo más de gobierno no les queda (aunque sabemos que los peronistas no se van de manera pacífica y civilizada).

    • @ST: Muy cierto. Siempre te dejan pensando que tipo de país quieren realmente. Parece que no piensan ni en el futuro de sus hijos ni el de los argentinos en conjunto. Son como gángsters que no ven más allá de la acción a cortísimo plazo. Hay veces que no los entiendo; creo que con ciertos tipos de delitos, jamás lo lograré.

      Saludos, gracias y felicidades!

  9. La curiosa dijo:

    Feliz navidad che..!Sólo pasaba para eso..jeje
    espero que la pases muy bien…
    Saludos y en «chin, chin» de las doce…
    Lara…

    • @La curiosa: Muchas gracias e igualmente para vos, y toda tu familia y seres queridos! Aprovecho también para mandarte felicidades por el nuevo año, y que sea mejor aún que el anterior.

      Disculpas por las demoras, pero entre las fiestas y los cortes energéticos de Edesur (que rozaron casi una semana completa!), me dejaron casi sin acceso a internet.

      Saludos, gracias y suerte!

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